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¿Por qué deja de funcionar mi batería?

¿Por qué se estropean las baterías?

Hay muchas razones por las cuales una batería deja de funcionar, aquí las vamos a clasificar en 2:

  1. Fallos por desgastes: Son aquellos que se producen paulatinamente, las baterías van perdiendo su capacidad o su potencia gradualmente hasta que no puede soportar el uso al que es sometido.
  2. Fallos repentinos: Son aquellos en los que la batería deja de funcionar repentinamente.

Hoy vamos a hablar de los primeros.

Fallo por desgaste

Una batería, con el uso va perdiendo el «material activo» de sus placas, este se va depositando en la parte inferior de las baterías, en un deposito que tienen. Con el paso del tiempo, toda batería va perdiendo capacidad hasta que deja cubrir el servicio para el que se le requiere, es lo que se llama vida útil de una batería.

En baterías de arranque lo notaremos cuando veamos que al coche le cuesta arrancar, o no arranca a la primera. Esto es porque la batería ha perdido potencia de arranque y ya se encuentra en los valores mínimos que necesita el motor de arranque. En baterías de usos cíclicos lo notaremos cuando veamos que la duración de las baterías va disminuyendo.

Aunque el proceso de envejecimiento de las baterías no se puede evitar, tarde o temprano toda batería deja de funcionar, sí que hay muchos factores que pueden acelerar ese proceso, provocando un envejecimiento prematuro de la batería.

Envejecimiento por descargas profundas

Este es el principal aceleramiento del envejecimiento en baterías de servicio o de ciclos, CUANTO MÁS PROFUNDAS SON LAS DESCARGAS, MENOR ES LA VIDA ÚTIL DE LA BATERÍA.  Es uno de los errores más comunes, estamos acostumbrados a oír para las baterías de los móviles o los portátiles que hay que descargar del todo las baterías antes de cargarlas, bien, en baterías de plomo pasa todo lo contrario, descargar mucho una batería hará que se estropee mucho antes.

Esto se debe a que cuando una batería se descarga el material activo de las placas se convierte en Sulfato de plomo. Este tiende a formar cristales, los cuales impiden posterior mente que la batería admita carga, es lo que se llama «Sulfatación de las placas» o batería sulfatada.

En el gráfico siguiente vemos como este proceso no es lineal y como con descargas de más del 80% de profundidad la vida el número de ciclos de la batería desciende drásticamente.

Envejecimiento por almacenar las baterías descargadas.

En ocasiones utilizamos las baterías y no las ponemos en carga inmediatamente, dado que no tenemos la certeza de utilizarlas próximamente, dejándolas guardadas descargadas. Es un error muy común en gente que juega al golf y carga las baterías el día antes de ir a jugar en vez de justo después de jugar; o cuando nos dejamos el coche con las luces encendidas y tardamos varios días en recargar la batería.

Al igual que lo visto en el punto anterior, cuando almacenamos una batería descargada o por debajo del 50%, ésta sufre el proceso de sulfatación, el cual es irreversible. Es tal la importancia, que nosotros en nuestras instalaciones llevamos un estricto control del voltaje de cada batería, asegurando que siempre estén por encima del 80% de la carga.

Envejecimiento por realizar mal la carga de la batería.

Próximamente realizare un post exclusivo sobre cómo cargar las baterías, dado que es muy importante para evitar los problemas que hablaré a continuación. Básicamente hay dos conceptos que debemos entender a la hora de cargar una batería: A qué velocidad cargarla y cuando  parar de cargarla.

Bien, la velocidad óptima de carga de una batería está entre C/8 y C/15, donde C es la capacidad en Ah (C20). En cristiano: una batería de 75 Ah debería de cargarse con una corriente entre 9 (75Ah/8) y 5 (75/15) Amperios.

Si cargamos a mayor velocidad, por ejemplo una batería de moto de 12Ah con un cargador de coche de 8A, el material activo de las placas no cohesionará correctamente, la batería no será capaz de absorber el 100% de su carga y acortaremos la vida útil de la batería drásticamente.

De igual modo, si no cargamos la batería al 100% y la dejamos por ejemplo al 75%, estaremos almacenando la batería descargada, favoreciendo así los procesos de sulfatación. 

En los coches suele ocurrir con frecuencia cuando el usuario realiza trayectos muy cortos con el vehículo o cuando el alternador no genera suficiente corriente para cargar la batería.

Estos problemas ocurren mucho con las sillas de movilidad reducida, las personas utilizan sus sillas durante las mañanas, dejando las baterías bastante descargadas, luego al medio día les dan una carga y por las tardes vuelven a salir. Esta carga insuficiente hace que las batería se usen por debajo del 80% y provocan descargas más profundas. Es la mayor causa de envejecimiento prematuro en estos usos.

¿Y qué ocurre si sobrecargamos?

Cuando la batería alcanza el 100% de carga comienza la disociación del agua del electrolito, el oxígeno comienza a adherirse al plomo de las placas oxidándolas, y el hidrógeno se libera al exterior en forma de gas junto con vapor de agua.

En las baterías de plomo-ácido normal como las de arranque pueden ocurrir dos cosas:

  1. En baterías SIN MANTENIMIENTO el hidrógeno y el vapor se reconducen de nuevo a los vasos de las baterías, evitando así la pérdida de electrolito.  No obstante, si la sobrecarga es muy fuerte y se alcanza una presión interna muy grande, es posible que se libere el gas por una de las válvulas de seguridad que tienen. En este caso es muy importante apagar el motor y ventilar el capó, evitando a toda costa que cualquier llama o chispa se acerque a la batería para evitar explosiones.
  2. Cuando se trata de baterías CON MANTENIMIENTO el hidrógeno y el vapor se liberan al exterior por un conducto o por los tapones, produciendo una pérdida considerable de electrolito, el cual debemos reponer con agua destilada.

Las baterías selladas de GEL o de AGM, la sobrecarga es más preocupante. Estas baterías son selladas, y muchas carecen de válvulas para la salidas de gases, cuando se sobrecargan aumenta desmesuradamente la presión y la temperatura interna, produciendo deformaciones o incluso con riesgo de explosión.

Otros factores: La temperatura.

La temperatura ambiental juega un papel muy importante en las baterías, así pues climas extremos de calor o frío pueden reducir mucho la vida útil de las baterías. Una variación de +10º centígrados en la temperatura ambiental puede producir una pérdida de hasta un 25% de vida útil, sobre todo a partir de 20º. También el frío extremo tiene consecuencias en el interior de las baterías, dado que reduce la densidad del electrolito y en consecuencia su carga, notándose sobre todo por debajo de -10º.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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